Mi jardín es mio!!

Si hay una cosa que no se toca, y más porque las circustancias obligaron a ello (y de que manera), para que narices se remueve todo!! Parece que nos gusta estar dandole vueltas a todo mil y una veces. Total, para qué?? Una vez que se ha cavado un buen agujero y se ha metido algo ahí. Para qué recordar que hay algo ahí, en ese punto de nuestro jardín?? Si está ahí es por algo, y si está enterrado será para que nadie lo vea o lo toque!! Las cosas nuestras, nuestras son y de nadie más, o puede que sí. Pero si están enterradas en mi jardín será por algo y cuesta, algunas veces más que otras, enterrarlas.
Aunque cuesta mucho más recordar por qué las enterraste ahí y no en otro lado. Lo que está claro es que no se enterraron todo lo profundo que era necesario. Ahora ya solo quedan dos opciones: Enterrarlo hasta el fondo o tirarlo a otro jardín. Intentaremos que ya que están en la superficie, se quedén allí por poco tiempo. O una cosa o la otra. Lo que está claro es que hay jardines que llevan caminos opuestos y es mejor que cada uno tenga lo que es de cada uno, ni una cosa más ni una cosa menos. Después, cuando se alejen, ya será demasiado tarde.

Mi jardín es mío y yo decido cuando, donde, por qué y qué se entierra y se desentierra. Siempre me queda la satisfacción de que una promesa es una promesa y como no me las tomo a la torera, en mayor o menor medida he aguantado el tipo.

Otra vez a remover y a huir!!! Pero no habrá una tercera