lunes, 25 de febrero de 2008

El Comienzo del Fin

Este fin de semana, ha estado dedicado integramente al poder-cofrade. El Sábado fuimos a Huesca y lo pasamos muy bien. Ni que decir tiene que nos trataron de 10.

Empezamos almorzando, como parece que ya es tradición en el Piquete de Honores y a tocar a unas cuantas plazas de la ciudad. Después a comer, pelotazo y mini-procesion. Esas procesiones son las buenas, ya que vas de cofrade, pero con la cara destapada y hay un poco de relajacíon, se permiten los mini-fallos y las sonrisas y guiños con el compañero. Eso sí, me quedé con las ganas de marcar un buen Golpe de aro a viva voz, pero antes de que acabe esta Semana Santa lo haré. Por que me lo debo y porque se lo debo a mi predecesor.

Noto que ya llego al final, estoy un poco triste pero a la vez emocionado porque he sido capaz de crear un grupo muy compacto que sabe lo que tiene que hacer y como lo tiene que hacer. Sé que lo harán bien cuando me haya ido, porque tengo un digno sucesor. Sabe lo que tiene que hacer y como hacerlo, pero no sabe la que se le viene encima. Más o menos como lo que me pasó a mí cuando cogí el testigo hace ya 4 años. A partir del año que viene le tocará disfrutar de otra manera, pero disfrutará manejando el tinglao y estando en todas las "movidas".
Quedan tres semanas, que pienso exprimir al máximo y exprimirles hasta que no puedan más. Y cuando estén asi, aun se podrá sacar algo más, lo especial de cada uno.

Hay que ver lo que uno puede sentir cuando se pone un tambor encima del habito. Eso solo lo puede entender el que está a tu lado, nadie más.

El resto solo lo puede imaginar.


1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Esto suena a tu testamento político, Pablete! Creo que tienes razón en todo, pero tampcoo nos exprimas demasiado!!
Un bonito escrito, jefe, y muy sentido