La Crónica IV y última

Pues está ya va a ser la última entrada del viaje. Que me he dado cuenta de que han pasado ya dos semanas, de que queda menos de dos semanas para irme a San Petersburgo y que todavía me falta la Crónica de dos días de viaje. Así que las voy a condensar bastante y eso que os llevaís. Menos rollo de leer, y menos rollo de escribir. En cierta manera si he tardado tanto en escribir, ha sido porque estaba esperando fotos, pero al ver que no llegaban pssssssssssss. Ademas hay mucho que contar de estos dias en Lappeenranta, cosas graciosetas o por lo menos curiosas

En esto que conseguimos llegar a Tallín. A Alfonso (el commander de ..........) nos dijo que había que bajarse en la primera parada que hacía el bus. Pero no cayó en la cuenta de que el bus podía hacer el trayecto de paradas inverso al que le habían dicho. Así que con esas empezamos perdidos, pero nos dio igual porque era muy bonito intentar centrarnos en una ciudad que no conocíamos, con lluvia y con todo lo que arrastrábamos del dia anterior. Por lo pronto Jordi y yo, sacamos el indicativo RojiGualda para que la gente nos identificara a distancia.

Todo se empezo a ver mas claro cuando encontramos la parte antigua del pueblo y divisamos a lo lejos mas banderitas. Al saludo del "Que pasa chavales?" ya empezamos a ver el ambiente. Inmediatamente después de eso, al albergue (no había cuestas que nos quedaran por subir), ducha y a comer al McDonals (sigue la tradición de comer en un McDonals de cada pais).

Cual fue nuestra sorpresa cuando nos enteramos de que la gente ya venía con entrada desde su casa, se podría decir que empezó a cundir el pánico. Así que nuestro objetivo cambió radicalmente. Corriendo al estadio (perdido de la Mano de Dios) a hacer fila para las entradas que sacaban antes del partido. Hicimos creo que 2 o 3 transbordos donde casi dejamos en Tierra al Canteo hasta que llegamos al estadio. Solo falta añadir que llovía, para variar. JuanD y yo fuimos el grupo de presión. Porque el viaje estaba bien, pero el objetivo desde el principio fue venir a ver el partido

Allí en un hueco de las gradas hicimos amistad con unos de Helsinky que además eran de Zaragoza y salió el recuerdo del día del Pilar a relucir con alguna que otra bandera de Aragón. Mientras esperábamos tiramos de cervecita y les cantamos algo a las chicas que nos vendían las entradas. Esperamos hasta las 7 de la tarde que es cuando nos dijeron que empezaban a vender las entradas. Entre tanto vimos que la mujer no controlaba mucho la parte del himno donde hay un cambio, el piano es lo que tiene! Ni que decir tiene que en cuanto dieron las 7 y dijeron que se retrasaba un poco más la venta empezamos a cantarles y a liarla "de muy buenas maneras".

En el rato de espera Los Canteos fueron a por chubasqueros y nada mas tener las entradas en nuestro poder, fuimos a un Super a comprar algo de comida. Entre tanto nuestro Manolo Lama se encontró con su otro yo, el auténtico. Aunque no fue hasta el regreso al estadio donde vimos que allí iba a ver mucho español. Nos reencontramos con los que dejamos en Riga, con los que volvieron de España (solo Javi) y con los que solo vinieron a ver el partido (Alen, Olga, Mario y Masa). Vimos a Manolo, el del bombo, y lo gozamos. Y lo gocé mucho más cuando vi a los catalanes con la banderita en la mejilla. Pero creo que no hay constancia de ese hecho, o si!!.

El momento del himno, muy chofff. No se puede tocar con piano y menos dudando de si hay parte alta, parte baja, dos altas y que narices hay. Durante el partido vi a Manolo con cachirulo, me fotografié con dos mañas, desplegamos nuestra pancarta y lo gozamos con los goles y con Reina, al que retamos durante el descanso a golpear al larguero. Llamé a casa para ver si veían el partido y en ese momento me dijeron que nos enfocaban, porque fue justo después del Gol de Puyol, o puede que lo hicieran tambien por la pedazo pancarta que desplegamos. El mensaje idea mia. Lo digo para el que tenga el partido grabado, que se asegure. Aunque creo que salimos en mas trozos de la retransmision. Aun hay que verlo para ver mi percha por ahí.

Al acabar el partido nos hicimos una foto con una rubia a la que martirizamos y nos quedamos hasta que no quedó nadie más. Esta gente salió, pero yo estaba destroazadisimo. Así que al McDonals a recenar, mi menú: CocaCola mediana y Cafe capuccino. No es tan mala combinación como la pintan.

Al dia siguiente, visita por el casco de la ciudad y para casa. El viaje en Ferry, impresionante. Iba a toda zapatilla, y cada vez que se inclinaba para corregir rumbo parecía que volcábamos.

Llegamos a las mil, pero vimos Maverick. O lo intenté porque no pasé del minuto 10. Estoy convencidisimo.



Y para acabar un buen video, que ha dado mucho que hablar por el Facebook


Kind Regards!